Soy de esas personas que hoy leyó TODAS las noticias relacionadas al descubrimiento de la NASA y dio brincos de felicidad como niña chiquita. Quienes me conocen a fondo saben que a pesar de que amo este planeta, siempre me he sentido lejos de casa.
El año pasado un telescopio ubicado en Chile descubrió que a 40 años luz de la Tierra (en la constelación de Acuario) existe un pequeño sistema solar al que nombraron «TRAPPIST-1» que cuenta con una estrella (enana roja) del tamaño de Jupiter (aproximadamente), y que hasta el momento, se le han podido observar 7 planetas similares a la Tierra girando alrededor de su órbita. Lo más espectacular es que hace tan solo unas horas, algunos científicos revelaron que 3 de ellos se encuentran en zona habitable con referencia a la distancia a su sol y que es muy probable que contengan agua líquida en su superficie, así como otros elementos necesarios para la vida.
No se imaginan mi emoción… hoy más que nunca pude sentir lo cerca que estamos de abrazar la certeza de que somos seres estelares y que nuestra tribu esta también allá afuera… ❤️
Mientras llega ese momento, es menester seguir aprendiendo y explorando el Universo, con toda su expansión, y de la misma forma, continuar de lleno con nuestra búsqueda interna, adentrándonos y descubriéndonos cada día un poco más. Recordemos que si «como es arriba es abajo y como es adentro es afuera»… entonces los mapas están en todas partes.
Esta foto es de septiembre, cuando me fui a explorar la belleza de Atacama y conectar con el museo estelar que yace en su desierto (rico en meteoritos). En la imagen estoy señalando el «regalito» que junto a unos amigos, tuve la dicha de encontrar. Solo Dios sabe que distancia y que lugares habrá recorrido antes de llegar a mis manos.
Gracias por leerme… Adaísa🌿
22/ Febrero/2017